lunes, 3 de marzo de 2008

Para José Barcelona: emociones

 

 
 Hola José, leí atentamente el mensaje que enviaste sobre las emociones y te diré que estoy muy de acuerdo contigo.
 
He notado, no sé desde cuando, que no tengo fuertes emociones. Las cosas no me entristecen ni me alegran en demasía. Diría que hay una contención emocional, que me permite estar bien, tranquila, suficientemente satisfecha o resignada con mi vida, pero sin tirar cohetes.
 
Pienso que en mi caso, con esta enfermedad, para mi es lo mejor. Hemos llegado a los extremos más altos de la emoción: de la alegría hasta la exaltación, de la tristeza a la depresión profunda. Quizá la eutimia, nos hace ver que nuestros sentimientos y emociones son bajos, realmente lo son en comparación con otros estados de ánimo que hemos vivido.
 
Yo no me permito exponerme a situaciones de fuertes alegrías o tristezas, al menos, a las menos posibles, pues me da miedo el posible viraje. Además mi cuerpo es un escudo. (quizá por el litio, que tomo)
 
A veces tengo que tener cuidado hasta con la música, que como bien dices, nos puede hacer sentir a tope. Muchas veces tengo que apagar una canción, porque estoy segura que de felicidad también se muere.
 
No me importa demasiado mis carencias emocionales, y si las cosas no son tranquilas que yo pueda llevarlas, te aseguro que paso de todo. Es como recordar una ciudad maravillosa que ya has visitado pero que sabes que no tienes ninguna intención de volver.
 
Estando básicamente bien, con altibajos (días malos) que pienso que casi todos tenemos, me doy por satisfecha.
 
Es difícil saber que tienes que llevar una vida diferente a la de la mayoría, pero cuando aceptas tus limitaciones, yo, solo pido, que dure el mayor tiempo posible.
 
Un abrazo de
 
 

__._,_.__
.

__,_._,___

0 comentarios: