|   El papel de la familia y de        amigos.  Adaptado de la clínica de        Mayo           La depresión        afecta no sólo a quiénes la padecen, sino también a quienes les importa el        bienestar de ellos:  familia, amigos y compañeros de        trabajo. Si una persona a la que usted le importa  está        deprimida, entonces una de las cosas más importantes que usted puede hacer        para sí mismo y para esa persona es aprender todo usted pueda sobre la        depresión y su tratamiento. Si la persona que está deprimida es un        familiar, un esposo, un compañero, un niño o un amigo, el estar bien        informado ayudará a su deseo y a su habilidad para ayudarle, aliviará        alguno de sus miedos e incertidumbres, y le dará estrategias para        hacerle  frente a la depresión.           Sobrellevar        junto a otra persona un episodio de la depresión  puede        ser una experiencia muy difícil. Requiere paciencia y valor por ambas        partes. Aquí están algunas cosas que usted puede hacer para ayudar para        suavizar el camino  para ambos. Estar ahí           Si usted        nunca experimentó un episodio depresivo por usted mismo, entonces es        imposible saber en qué grado de desvaloración,         desamparo y desesperación una persona puede sentirse cuando está        sumida en ella. Pero incluso si usted no sabe como siente una persona        deprimida, usted puede ofrecerle empatía y  compasión a        alguien que está deprimido. Simplemente el estar ahí         para esa persona puede diferenciar  el curso de        su enfermedad.           Para poder        ayudar, usted debe entender que la depresión es una enfermedad seria que        requiere la atención profesional. La depresión no es el resultado de un        defecto del carácter. No es vagancia o flojera.  No es        un simple caso de "días bajos". Y las personas que la padecen no están        engañando a nadie. No pueden hacer nada por evitarla tal como un individuo        con diabetes o artritis no puede pueden evitar tener estas        enfermedades. Cómo ser un        apoyo           Una vez que        usted entienda que la depresión no es algo que la persona a quién usted        quiere tiene control sobre ella,  puede ser más fácil        que usted ofrezca la ayuda y el cuidado. Aquí están algunas maneras que        usted puede ayudar:                   Exprese su preocupación.          Reconozca el dolor de la persona con depresión sin que esto           implique que usted sabe cómo él o ella se sienten. Escuche si él          o ella desea hablar, pero no trate de forzarle a exteriorizar lo que          siente. No haga preguntas que supongan una intrusión en la situación de          la otra persona.. El permanecer aislado y  poco          comunicativo es a menudo parte de la enfermedad. No se lo tome como algo          personal. Pregúntele cómo usted puede ayudar. Su persona querida puede          no tener sugerencias específicas de las cosas que usted puede hacer,          pero él o ella sabrá que usted está deseando ser  su          apoyo. Ofrézcale esperanza. Recuérdele que la depresión es tratable y          que él o ella conseguirá probablemente estar mejor . Si su persona          querida está bajo tratamiento, recuérdele suavemente           que lleva un tiempo para que éste haga efecto.          Dele refuerzo positivo. La          gente deprimida se siente a menudo sin valor, y hacen mucho hincapié en          sus fallos, fracasos y defectos. Recuérdele sus cualidades           y capacidades y cuánto él o ella significa a usted.          Mantenga su sentido del          humor. Usted probablemente  sentirá frustrado e          incluso enojado ocasionalmente. Eso está bien, pero trate de no          desahogarse delante de la persona que está deprimida y no centré su          cólera en él o ella. Utilice el sentido del humor cuando sea posible          para diluir la tensión y aligerar la atmósfera, pero no haga bromas a          costa de su ser querido deprimido. Fomente la vida saludable y las          actividades sanas. Invítele para  actividades o          visitar a amigos mutuos o familiares. Pero no le empuje           y no espere  muchos resultados demasiado          pronto. También recuérdele suavemente a individuo la importancia del          ejercicio y de una dieta sana.  Ocuparse de la resistencia        a aceptar la depresión           Convencer a        alguien que está deprimido que él o ella  tenga una        enfermedad y necesita ayuda profesional requiere a veces esfuerzo. En vez        de preguntar, "estás deprimido?" o decir, "pienso que estás deprimido,"        explique suavemente porqué está usted preocupado. Sin ser crítico,        describa los cambios que usted ha visto en su o su comportamiento y en su        humor. Entonces pregunte si se está pasando algo en su vida y porqué él o        ella  parece estar con el ánimo muy bajo.           Puede que        tenga que  hacer  varias tentativas        antes de que usted pueda convencer a  su ser        querido   para que busque  ayuda,        pero continúe intentándolo. Ofrézcase para acompañarle en la cita con el        médico. Esto demostrará no sólo su apoyo sino también le permite compartir        sus observaciones con el doctor, que podría ayudar en el diagnóstico. Otra        opción es llamar o citarse usted satisfacer con al doctor por        adelantado  y expresar sus preocupaciones.           Durante el        tratamiento usted puede tener que ayudar con la toma de la medicación        poniéndole notas para recordarle la toma de sus medicinas         o, en algunos casos de la depresión severa, administrando realmente        las dosis como prescrito para cerciorarse de la medicación se está tomando        correctamente. Si usted ve muestras de la mejora.,- y usted podría ser el        primer en notarlo-,  comparta sus observaciones para        ofrecer el estímulo y  esperanza. Si usted no ve        muestras de la mejoría después de que el tratamiento haya tenido tiempo        para funcionar, sugiérale    pida otra cita        con su o su doctor o terapeuta, o, quizás, buscar una segunda        opinión. Llevar la        carga           Mucha gente        puede estar preocupada por un individuo deprimido, pero para las una o dos        personas que son los que realmente le atienden, la depresión puede        cobrar  un peaje incluso más grande. El cuidar a alguien        deprimido puede ser uno de los desafíos más  que nunca        afrontará. La gente deprimida presiona que puede aislarse mucho, ser        desagradable y no querer comunicarse. Él o Ella puede concebir         sus actuaciones y preocupaciones como una interferencia         o como insustancial.           Los esposos        y las personas amadas de una persona deprimida no sólo tiene que hacer        frente a las responsabilidades del cuidado de la persona deprimida,        sino  también asumen el control a menudo de tareas que        la persona deprimida no puede manejar durante el tiempo que dure el        episodio. Por ejemplo, si uno de los  esposos toma        generalmente  las decisiones en         materias financieras, el otro puede tener que asumir el control        hasta que él o ella mejore. ¿Es demasiada         la tensión?           Mientras que        cuida su ser querido, usted puede sentirse como si su vida se haya puesto        en compás de espera. Sin embargo, es importante que usted        también  se cuide a sí mismo. La asociación de Alzheimer        ofrece estas 10 síntomas  de estrés. Aunque están        dirigidos a la gente que cuida  alguien con enfermedad        de Alzheimer son igualmente apropiados        para los individuos que cuidaban a una persona deprimida.                   Negación. Usted no puede          aceptar la enfermedad y sus efectos sobre la persona deprimida que usted          quiere, sobre  usted mismo y a su familia.          Cólera. Usted se encuentra          enfadado con la enfermedad de la persona que está enferma, con otros que          no entienden por lo que usted está pasando, con el doctor por no          arreglar el problema o simplemente con en el mundo en general.                   Aislamiento social.          Usted  ha cortado las actividades sociales que una vez          le dieron satisfacciones y se  ha aislado de sus          amigos.          Ansiedad. Usted se preocupa          excesivamente de qué sucederá día por día y en el futuro.          Depresión. La tensión de          cuidar a su persona querida le pone a uno en el riesgo de tener una          depresión.          Agotamiento. Usted se          siente demasiado cansado para hacer frente a otro día más.          Insomnio. En la noche usted          da vueltas a la cabeza y se preocupa, incapaz dormir debido a los          pensamientos molestos e innumerables que no cesan de pasar por su          cabeza.          Irritabilidad. Usted se          enfada con otros o siente que se va a subir  por las          paredes.          Falta concentración. Usted          tiene dificultad en mantener la atención en lo que está haciendo y en          realizar tareas diarias.          Problemas de salud. La          tensión comienza a hacer daño, físicamente y mentalmente.           Los cuidados a uno        mismo           Cómo usted        maneja la situación y se cuida a sí mismo durante este período difícil        pueden diferenciar del todo su propia salud y su capacidad de        hacer frente a su la depresión de la persona que quiere. Atender sus        propias necesidades no significa en absoluto que usted sea        egoísta.           La manera        como usted cuida de sí mismo incidirá en la forma como usted pueda cuidar        a la persona deprimida cercana.           Los        siguientes pasos siguientes pueden ayudarle  a manejar y        a rebajar su tensión: Solicite ayuda. Usted no        puede hacerlo solo. Cuando sea posible solicítela de  la        familia y de amigos para asumir el control algunas de sus        responsabilidades. Si la gente ofrece a        la ayuda, entonces no vacile en aceptar.           Si no        le ofrecen ayuda, entonces pídales que ayuden en tareas específicas.        Acepte sus sensaciones. Acepte sus  propias emociones.        Indudablemente se frustrará ocasionalmente, y no será capaz siempre de        ocultar sus emociones. Es correcto decirle a la persona deprimida que        usted está cuidando que  está        frustrado. ______________________________________________________________________ ¿Qué hacer?           Cada persona        es un mundo y yo estoy exponiendo aquí lo que me ha servido a mi y creo        que puede ayudar a otros. Por mi experiencia personal puedo decir lo        siguiente:           Para ayudar        a una persona que padece trastorno bipolar, al igual que cualquier otra        que sufre, lo primero que se necesita es que las personas que le quieren        le manifiesten su cariño. Se puede llegar a sentir una soledad tan         profunda que recibir afecto y atención supone salir un poco del agujero        negro en que nos encontramos a veces durante las fase de depresión. Calor        humano, caricias, tomarle la mano y hacerle saber que lo quieres y te        importa.. un abrazo; todas las manifestaciones de amor son una medicina        maravillosa para cualquiera y para nosotros en especial cuando estamos        pasando una crisis. Pienso que se trata de "tender puentes de        comunicación" para que al soledad que sentimos cuando estamos mal se        mitigue.           Sentirnos        comprendidos es algo importantísimo. Es muy difícil al principio que        nuestros familiares y amigos íntimos lo hagan. Las familias cuando irrumpe        por primera vez el trastorno bipolar se enfrenta a algo nuevo y        desconcertante que altera el ritmo habitual y muchas veces provoca dolor y        desesperación a quienes nos rodean, por ello, es imprescindible comprender        la naturaleza de esta dolencia:           En primer        lugar todos tienen que saber que nadie tiene la culpa de que uno se        enferme. Al principio parece mentira que un esta enfermedad tenga un        origen físico, en concreto son los neurotransmisores del cerebro que        funcionan de manera distinta a lo de los demás. Es cierto que la        bipolaridad tiene un componente genético, pero también influye para que se        manifiesta el ambiente, el estrés, el abuso de drogas y alcohol, entre        otros factores. No sirve de nada responsabilizar al enfermo de lo que le        pasa y menos aún a sus ascendentes.           En segundo        lugar: LA INFORMACIÓN SOBRE LA NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD. La mayor arma        con la que contamos todos los que estamos relacionados con la enfermedad        es LA INFORMACIÓN. Mientras más sepamos, mejor sabremos sobrellevarla.        Sabemos que es una enfermedad crónica (para toda la vida), pero que con un        buen tratamiento farmacológico, una régimen de sueño regula, ejercicio,        una rutina de vida adecuada y un quehacer diario satisfactorio puede        estabilizar nuestras vidas y hacernos llevar una existencia normal. Hay        muchísimas personas en todo el mundo que trabajan, tienen familias y son        tan felices como cualquier otra.           En tercer        lugar: Póngase en el lugar del bipolar. Resulta muy duro cuando a raíz de        una crisis, en ocasiones se pierden muchas cosas, a veces trabajos, amigos        e ilusiones; no por ello hay que perder las esperanzas. Una vez obtenido        el diagnóstico, las familias tienen que procurar respetar los ritmos del        enfermo. No hay nada que me haya irritado más que el hecho de que me        dijeran "¡Ánimo, pon de tu parte!" o "¿Es cuestión de fuerza de        voluntad!". Por favor, comprended que en esos momentos simplemente no se        puede hacer más de lo que se hace. Yo tuve una crisis en que no era capaz        ni de levantarme de la cama y si algún día conseguía ducharme era un        triunfo. Así que en esas fases, respetad profundamente a la persona y si        hace algún pequeño progreso felicitadle por él. Es bueno proponerle        pequeñas metas diarias, como por ejemplo caminar diez minutos e ir        alargándolo.           El sueño es        vital para nosotros, es nuestro mayor indicador. Es imprescindible que lo        regulemos y nos intentemos acostar a la misma hora y nos levantemos a la        misma hora, eso hará que el resto del día se vaya regulando. Los horarios        de comer también son convenientes respetarlos. La alimentación es muy        importante, más de lo que nos imaginamos, de momento sólo decir que tiene        que ser variada y rica en verduras y fruta. Se trata de crear una        estructura en nuestra vida que nos vaya dando seguridad.           Es de gran        ayuda que los primeros días, hasta que se produzca una recuperación se        mantenga un control sobre las medicinas para que éstas sean tomadas        correctamente y a la hora designada. A veces, al principio nos podemos        hacer un lío porque estamos confusos y nos cuesta todo mucho por eso una        ayudita en este sentido tiene mucho beneficio. También conviene estar al        tanto de las citas con los médicos y en mi opinión es de gran ayuda que        las personas que están más cercanas acudan al psiquiatra para preguntar        todas las dudas que le surjan y se sientan implicadas en el proceso de        mejoría.           Los Estados        de manía son vertiginosos, esta fase puede resultar devastadora para        nosotros y también para  la familia. Aquí se pierde el control, nos        metemos en un mundo en el que nos creemos todopoderosos y pasamos de un        tema a otro sin descanso. Es una tendencia muy habitual la malgastar        dinero; por ello es conveniente vigilar que las tarjetas de crédito están        a buen recaudo. Yo, cuando he estado en fase de manía me da por llamar a        todos mis amigos que están fuera del país y mis cuentas telefónicas se        hace astronómicas. El sueño se descontrola y las horas de comer casi        siempre también. En cuanto notéis señales de manía: hablar demasiado        rápido, estar eufórico, haced lo imposible para pedir urgentemente una        cita con el psiquiatra:  ES ESENCIAL TOMAR LAS MEDICINAS ADECUADAS        PARA ESTA FASE. Algunas veces no queda otro remedio que internar al        paciente, pero esto no es el fin del mundo. Generalmente en una semana se        ha controlado la fase de manía y se sale bien. Pero por supuesto,        evidentemente es mejor atajarla a tiempo, porque cada crisis supone un        gran desgaste para el bipolar y para su familia, además de mucho, mucho        sufrimiento. |